Please wait...

Relato Travesti Fabiola Dione, una dulce obsesión


RELATO TRAVESTI: Fabiola Dione, una dulce obsesión
Fabiola Dione, una dulce obsesión

Autor: Alaska

Hola a todos, lo prometido es deuda y como a quien se lo he prometido es a la propia Fabiola, pues como que no puedo demorar más este relato.

Hoy hace exactamente un mes que conocí a esta belleza. Llevaba bastante tiempo desconectado de experiencias reales con chicas trans, pero también llevaba bastante tiempo encandilado con unas fotos de Fabiola que había ido recopilando por la red. Siempre buscando información y más material visual. En nuestro foro, rebuscando un poco, encontré cosas que me hacían estar cada vez más convencido de que quería conocerla. Además, como colofón, leí una recomendación muy buena de ella de la mismísima Bia Spencer!!

Con esto último me decidí a buscar como fuera un hueco para poderla conocer, cosa bastante difícil por mis circunstancias laborales. Al final, y tras muchas cábalas, tengo la fortuna de tener aproximadamente un hueco de una hora a medio día. Por lo tanto podría estar media con ella para conocerla.

Llamada de rigor y con su voz pausada pero muy sensual concertamos cita para el día siguiente a la hora de comer. La mañana se me hizo eterna... Nervios, mezclados con ansiedad por que llegue el momento y mucho morbo contenido por tener a la bella Fabiola delante mío por fin.

Me presento en su casa y, por fin llega el momento, se abre la puerta y, detrás, allí estaba. Qué pedazo mujer!! Muy alta, delgada, atlética, buenos pechos sin ser exagerados y una cara preciosa... Qué ojos, Qué labios!! Mis nervios a punto de estallar... Estábamos hablando después de los dos besos de rigor y la presentación oportuna. No me había relajado nada al verla, al contrario. Esa sensación de cosquilleo por el estómago que todos conocéis se había incrementado conforme me hablaba y yo la veía cerca de mi.

Pasa ella delante y yo la sigo. Camina con paso firme pero sensual a la vez. Y qué culo! Lleva unos vaqueros ajustados y no puedo evitar mirarlo. Muy sexy. Respingón y con una forma muy sensual...

Los que hayáis leído algún otro relato mío sabréis que me gusta mucho el morbo y el "voyeaurismo". Me pone mucho mirar y ese juego tórrido que va pasando desde que empiezas a tontear hasta que al final pasa algo. Para este día y con tan solo 30 minutos, no esperaba que pasara gran cosa excepto que pudiera conocerla y disfrutar de su encanto... Así fue, pero también pasó algo más...

Un piso muy amplio y perfectamente limpio. Entramos en la habitación. La misma, acogedora y no muy fría como otras. Acordamos tiempo y dinero y al poquito vuelve.

Yo no he pedido nada para este encuentro y le explico que me he escapado tan solo para conocerla y que en cuanto pueda lo volveré a hacer pero con una hora de tiempo para ir con calma. Ella, vestida de calle todavía, se tiende en la cama mientras hablamos y no dejo de mirarla. Me está poniendo enfermo porque es muy sexy con cada movimiento que hace, como habla y las posturas. Muy natural pero con un grado de maldad que me encanta. Me pide que nos pongamos cómodos. Yo entiendo a qué se refiere y me quito la ropa excepto el bóxer... y cuando me doy la vuelta ella se ha quedado tan solo en tanga. Un tanga naranja rojizo ajustadito que le sienta muy bien y sus pechos al aire. Tersos y preciosos.

Mientras yo me acerco ella hace ademán de querer quitarse el tanga y yo le pido que se lo deje puesto. Me encanta mordisquear por encima mientras miro y siento qué pasa debajo y me pone muchísimo el tacto de la ropa interior al rozar con mi cuerpo.

Comenzamos a besarnos y al poco descubro una sorpresa que tiene en su lengua. Qué morbo. Cómo besa! Es juguetona y calmada como a mi me gusta. Mordisquitos. Besos tiernos. Juegos con la punta de la lengua. Mientras yo acaricio todo su suave cuerpo y de vez en cuando me froto con ella fruto de esas convulsiones corporales que te dan cuando estas muy excitado. Beso cuello, bajo a sus pechos. Pezones muy reactivos que me encanta mirar como crecen y continuo hacia su tanga... Comienzo a morder suavemente por encima de él y esa mezcla de tacto y de olor a "sexo" que emana del lugar me pone a mil. Yo ya no puedo más y mi polla casi no puede contenerse en los bóxer. Ella me empieza a acariciar por encima mientras yo sigo dando mordiscos por su tanga. Empiezo a notar como despierta y por los lados comienzan a salirse sus huevos que procedo a lamer con cariño. Mis movimientos cada vez son un poco más enérgicos puesto que la excitación es muy alta ya y, llegados a este punto, no quisiera que se acabara el tiempo sin haber hecho nada más. Ya había pasado mi punto de no retorno y ya no pensaba con la cabeza.

Muy lentamente le quito el tanga y dejo libre su polla, ya a medio gas. Una polla considerable por grosor y longitud que pedía a gritos ser devorada... Empiezo a besar los huevos para poco a poco subir besando despacito por la polla. Antes de llegar arriba del todo ella me quita el bóxer y yo le pido que nos pongamos condones porque me apetece hacer un 69 de lado. Dicho y hecho. Al instante comenzamos los dos a la vez a comernos literalmente la polla con menos morbo y más lujuria que antes. Menudo manjar!! Chupar y sentir como va endureciéndose y cogiendo todo su tamaño. Me estoy poniendo enfermo de recordarlo. Se le puso durísima. Así estuvimos un ratito alternado con paradas por mi parte para mirar como me chupaba a mi... sin palabras... despacito, con ternura pero a la vez con vicio. Ver su cara en esas circunstancias es para morirse de felicidad placentera en ese mismo momento. Yo andaba haciendo esfuerzos por no correrme desde hacía un rato ya. Me vuelvo a centrar en su polla y le doy un buen repaso comiéndosela hasta ahogarme y jugando con su glande y mis labios apretando. Supongo que lo haría bien porque al poco me pide muy tiernamente incorporándose hacia mi que si me dejo follar...

Uff!! Qué pregunta! Yo había soñado con ese momento muchas veces pero, ese día. Ese día me daba miedo porque me había escapado del trabajo y no me había dado tiempo para prepararme como es debido y... me daba miedo. Se lo comento y ella muy comprensiva lo entiende. Pero su erección/excitación es tal que me vuelve a susurrar que podemos intentarlo y si mancho lo dejamos para otro día. ¿Quién rechaza una petición así? Si me lo pregunta otra vez me corro sólo de oírla... Le digo que si. Ella se cambia el condón y coge lubricante que me pone muy delicadamente. Su polla está como una roca pegada a su ombligo. Yo ando un poco nervioso de nuevo porque hace más de un año que no he estado con ninguna chica como ella. Ella me pone boca arriba con las piernas en alto apoyando yo mi trasero en sus largas piernas y comienza a introducir muy poco a poco su polla. Su glande no es muy abultado, pero su polla va creciendo hacia la base y tiene un grosor considerable y una longitud más que respetable. Le tengo que decir que pare a mitad para que me de tiempo a aclimatarme. Tras unos segundos me relajo, fruto de sus caricias y de su cara de vicio, y continua hasta que la mete entera. Se queda quieta un ratito y me besa muy tórridamente. Yo aún me relajo más y mi culo acepta ese juguete de muy buen grado. Ella comienza a follarme suave aumentando el ritmo poco a poco. Le debe de gustar porque de vez en cuando me pega unas buenas envestidas y su cara de vicio lo dice todo. Mientras me está follando me quita el condón y empieza a masturbarme. Alterna movimientos rápidos con lentos y viceversa y eso unido a lo que veo y a que tiene unas manos increíbles pasa lo inevitable... creo que no estuvo ni 5 minutos follándome. Me corrí como hacía meses que no lo había hecho, pero con mis manos porque ella me había soltado para cogerme mejor las piernas y darme mejores empujones.

Terminé extenuado. Rendido. Con tembleques en las piernas y el corazón a mil por hora. Muerto de gusto pero por otro lado de rabia por haberle cortado el ritmo a ella. Nos relajamos un poquito y me ayudó a limpiarme al tiempo que entablamos una conversación muy agradable mientras me acompañó a la ducha.

Fabiola es un encanto de mujer. Me dio un rato de morbo y excitación tremendo que terminó en sexo... como podía no haberlo hecho y habría disfrutado igualmente. Ella es una gran mujer que sabe muy bien lo que hace. Parece que me lea la mente. Casi sin explicarle nada parecíamos una pareja de amigos que ya se conocen y que se lo pasan bien de vez en cuando. Valió la pena llegar tarde al trabajo después!!

Ahora no me queda más que decir que estoy ya contando los días que me quedan para poder volver a verla. No hay día que pase que no me acuerde de ella, de su voz, de su aroma, de su sexo... Vuelvo a tener cosquilleo en el estómago y estoy muy lejos de Valencia como para ir corriendo a preguntarle qué me está pasando... ¿Será una obsesión? Si lo es, es muy dulce...

Fabiola, me gustaría raptarte una temporada y perderme contigo por ahí!! No cambies nunca y espero que sigas por Valencia mucho mucho tiempo.

Un besazo guapísima de un nuevo admirador tuyo.


Added on January 12, 2017 at 12:00 am

Relatos con Travestis España Fabiola Dione, una dulce obsesión